sábado, 4 de enero de 2014

INFLUENZA: EL VIRUS COMÚN QUE PUEDE SER MORTAL



¿Qué es la influenza?


La influenza es una enfermedad viral que ataca el sistema respiratorio. Invade las células de los pulmones y hace que el paciente se sienta sumamente débil, cansado, dolorido, afiebrado y congestionado. En ocasiones, una infección de influenza puede producir vómitos, diarrea y otros síntomas. El virus de la influenza causa una afección muy específica, pero a veces se lo culpa de otras enfermedades con síntomas similares a los de la gripe, especialmente fiebre, vómitos y diarrea. Dado que el virus ataca solamente los pulmones, no existe lo que se suele llamar "gripe del estómago". Este término engañoso cubre una serie de dolencias causadas por bacterias, parásitos y virus que no son los de la influenza.
La gran mayoría de las personas infectadas combaten el virus y se recuperan en un par de semanas. Sin embargo, las cepas virales cambian en cada estación, lo cual significa que las personas recuperadas no adquieren inmunidad contra la gripe, como sí lo hacen contra el virus de la varicela, por ejemplo. Desarrollan resistencia solamente contra la cepa específica que infectó sus cuerpos, pero es posible que esa cepa ni siquiera exista en la próxima estación de gripe. Las personas pueden enfermarse de gripe varias veces durante su vida.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en menos del 1% de los casos, el virus de la gripe estacional mata a su huésped o debilita el cuerpo lo suficiente para permitir que otras enfermedades, como la pulmonía, causen la muerte. Las personas mayores de 65 años con problemas de salud representan más del 90% de las muertes debidas a la gripe estacional, aun cuando los niños pequeños generalmente se contagian de gripe más que cualquier otro grupo.
Una espantosa excepción, que en parte sigue siendo un misterio, fue la cepa viral responsable de la pandemia de gripe española de 1918, que se especializó en matar adolescentes y adultos jóvenes y sanos. En pocos días, la piel se les ponía azul, los pulmones se les llenaban de líquido y morían súbitamente, a veces ahogados en el líquido de sus propios pulmones.
El brote mundial de H1N1 de 2009 no ocasionó más muertes que la mayoría de los virus de la influenza estacional; sin embargo, al igual que durante la pandemia de 1918, hubo una mayor proporción de muertes en personas jóvenes que para la gripe estacional.

Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalEl virus de la influenza

A diferencia de las bacterias y otros organismos unicelulares, un virus es demasiado pequeño para verlo en un microscopio óptico. Se trata de unos trocitos de material genético envueltos en una membrana de lípidos y proteínas.
¿Está vivo? Digamos que está activo solamente cuando está dentro de un huésped vivo; además, debe invadir y secuestrar las células de ese huésped para duplicarse. "Reproducirse" implicaría que el virus es una forma de vida, y ese estado es un tema de debate intenso y continuo entre los virólogos (los científicos que estudian los virus).
El virus de la influenza encabeza una familia de virus denominada ortomixo (mixo en griego significa "mucosidad", el medio de transmisión). Existen tres tipos:
  • Influenza A: causa la mayoría de las enfermedades gripales y todas las pandemias. Muta rápidamente, cada pocos años, y puede transmitirse entre mamíferos (incluidos seres humanos) y aves, que son los huéspedes naturales del virus.
  • Influenza B: infecta a los seres humanos (especialmente a los niños) y muta más lentamente que la influenza A. Puede causar epidemias (brotes regionales) pero no pandemias.
  • Influenza C: es poco frecuente. Infecta solamente a seres humanos y porcinos (lechones y cerdos), y muta lentamente.
Los tres tipos de virus son, en sus núcleos, un puñado de genes de ácido ribonucleico (ARN). La membrana de lípidos que envuelve el ARN permite que el virus se deslice fácilmente dentro de las células del huésped. La membrana contiene dos proteínas que la mantienen unida y son características del virus de la influenza:
  • La hemaglutinina (H), que se adhiere a los receptores de las células del huésped.
  • La neuraminidasa (N), que actúa como un casco para que el virus recién sintetizado pueda salir de una célula.
Influenza A virus
Ilustración cortesía del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
Con los potentes microscopios electrónicos que se inventaron en la década de 1940 se obtuvieron las primeras imágenes de las distintas formas y estructuras de los virus. El virus de la influenza A tiene un núcleo de ocho segmentos de ARN recubierto por una membrana de lípidos y proteínas. La membrana tiene alrededor de 500 proyecciones formadas por dos tipos de proteínas: abrazaderas redondas de hemaglutinina (H) y cascos cortantes de neuraminidasa (N), en una proporción de cuatro a uno.

La influenza A tiene numerosos subtipos cuyos nombres derivan de estas dos proteínas, como H1N1 y H3N2 (la influenza B y la influenza C no tienen subtipos). Los números indican mutaciones en el aspecto de las proyecciones proteicas. Por ejemplo, una variación en la secuencia de aminoácidos de la hemaglutinina puede cambiar un subtipo H1 a un subtipo H2.
Hasta la fecha, los científicos han identificado 16 aspectos de H y 9 aspectos de N, pero no todos los subtipos resultantes de influenza A infectan a los seres humanos. Muchos subtipos son específicos de las aves, algunos de los porcinos, y unos pocos de otros mamíferos, como caballos, gatos, perros y focas.
Desde 2010, H1N1, H1N2 y H3N2 son los subtipos del virus de la influenza A que se transmiten de persona a persona. El subtipo H3N2 apareció por primera vez en 1968, cuando reemplazó al H2N2 en los seres humanos y causó la pandemia anterior de gripe.
El potente subtipo H5N1, que causa la gripe aviaria, se transmitió por primera vez de las aves a los seres humanos en 1997, en Hong Kong, pero casi nunca se transmite de persona a persona. Luego, en 2003, se originó otro grupo de casos de gripe aviaria en Asia Sudoriental.
Cada subtipo de influenza A incluye varias cepas, las cuales mutan a partir del marco general del subtipo. Las variaciones menores, denominadas derivas antigénicas, son las que causan las epidemias de gripe estacional.


Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalGripe estacional

El término "gripe estacional" es un poco engañoso porque los virus de la gripe existen durante todo el año, y las épocas del año en que se incrementan y luego ceden dependen del clima y de la ubicación geográfica. En las áreas tropicales, la gripe está presente durante todo el año, pero es posible que sea más común durante la estación de las lluvias. Sin embargo, los patrones de gripe estacional no son tan conocidos en las áreas tropicales. En los climas templados, los brotes de gripe alcanzan su nivel más alto en los meses de invierno, es decir, de noviembre a febrero en el hemisferio norte y de mayo a septiembre en el hemisferio sur. Durante los inviernos fríos, las personas pasan más tiempo adentro, en ambientes cerrados, donde el virus se transmite más fácilmente. Además, el virus puede sobrevivir mejor en el aire frío y seco del invierno que en el aire caliente y húmedo del verano.
No obstante, el registro de los brotes de gripe es un trabajo de todo el año. Entre las grandes organizaciones de salud que toman muestras y realizan pruebas se encuentran la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC por su sigla en inglés) de los Estados Unidos, y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades. Los CDC reciben varios miles de muestras cada año y controlan otras muestras a las que se realizan pruebas en una red de centros locales de influenza.
Los virólogos controlan atentamente las derivas antigénicas, pequeñas mutaciones que producen nuevas cepas. Estas nuevas cepas son la causa de las olas epidémicas, ya que pocas personas son naturalmente inmunes a ellas. A medida que las personas van desarrollando defensas, las cepas van muriendo o vuelven a mutar para continuar propagándose con una nueva forma.
Tissues and medicines.
Fotografía cortesía de Henk Jacobs, Dreamstime.com.
Existen medicamentos antivirales que se pueden utilizar para tratar la gripe estacional, pero se utilizan solamente en los casos más graves o para las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado.

El eterno desafío consiste en prever cuál de las diversas cepas circulantes crecerá en la próxima estación y producir vacunas contra ella. No existe una sola vacuna que pueda combatir la influenza A o B (y sus subtipos), y ninguna gripe estacional es igual a otra.
Los virólogos están especialmente atentos a las mutaciones más drásticas que pueden originar una pandemia.

Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalBrotes mundiales

Una pandemia (del griego "todas las personas") es una enfermedad que se propaga en todo el mundo e infecta a millones de personas. A diferencia de una epidemia ("entre las personas"), un brote regional, las pandemias son poco frecuentes. No es fácil que una cepa viral se propague de un continente a otro, a través de océanos y montañas, y que atraviese las defensas naturales de millones de personas sanas y supere las poderosas armas de la medicina moderna. Es por ello que las pandemias de gripe son poco frecuentes. En el siglo pasado, hubo cuatro brotes globales en: 1918, 1957, 1968 y 2009.
1957 Asian flu outbreak
Fotografía cortesía de Wikimedia Commons.

En 1957, personas de todo el mundo contrajeron gripe asiática. Durante el brote, se recurrió a muchos lugares inusuales para aislar y tratar a los pacientes, como este estadio deportivo de Suecia.

¿Qué hace que una epidemia se convierta en una pandemia? La deriva antigénica causa las epidemias estacionales, pero se necesita una mutación más drástica, denominada cambio antigénico, para que se produzca una pandemia. Un cambio antigénico crea una cepa viral tan nueva y diferente que pocas personas tienen defensas naturales contra ella. Si se puede transmitir fácilmente de persona a persona (como la mayoría de las cepas de la influenza A) y hace que las personas se enfermen, estalla una pandemia. Deben darse las tres condiciones: cambio antigénico, fácil transmisión de persona a persona y enfermedad.
Por ejemplo, la pandemia de gripe española de 1918 se produjo cuando un virus de gripe de subtipo H1N1 reemplazó al subtipo anterior de la influenza A en la transmisión entre personas, que posiblemente era H2N2. El virus probablemente comenzó como un virus aviario y mutó para infectar a cerdos y luego a seres humanos (quizás con algunos otros cambios).
El virus de la pandemia de H1N1 de 2009, una cepa diferente del mismo subtipo, sufrió otra clase de cambio antigénico. Varias cepas virales infectaron al mismo animal, probablemente un cerdo, al mismo tiempo. Sus núcleos de ARN se dividieron en segmentos y se volvieron a combinar en un proceso denominado recombinación genética. En la cepa de la pandemia de H1N1 de 2009, los genetistas han identificado partes de un virus humano, de un virus aviario y de dos virus porcinos.
La gripe aviaria de 1997 fue el resultado de un cambio antigénico, pero se transmitió solamente de aves a personas, por lo que no se convirtió en una pandemia.


Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalCiclos de las pandemias

¿A qué edad te enfermaste de gripe por primera vez? La respuesta depende del año en el que naciste. Tu primera gripe fue un subtipo del virus de influenza A que estaba en circulación en esa época.
En general, el cuerpo desarrolla su mejor defensa contra la primera cepa del virus de la gripe que combate. Por lo tanto, si naciste después de 1968 y te has enfermado de gripe alguna vez en tu vida, es probable que tengas cierta resistencia a los subtipos H3N2 pero ninguna al H2N2, el subtipo que lo reemplazó (sin embargo, recuerda que cada subtipo tiene varias cepas, y la exposición a un subtipo no te protege contra todas las cepas).
Unos años antes, la pandemia de gripe asiática de 1957 fue el resultado de otro cambio antigénico. Las personas que nacieron ese año no desarrollaron inmunidad al H1N1, pero es posible que sus cuerpos tuvieran defensas contra el H2N2, si estuvieron expuestas a este subtipo. Cuando el H1N1 reapareció en 1977 (quizás como consecuencia de un escape de laboratorio), la epidemia resultante afectó casi exclusivamente a estas personas jóvenes.
En 1918, la cepa H1N1 abatió a una cantidad extraordinaria de personas de 30 a 40 años y menores, probablemente porque las personas mayores tenían cierta inmunidad a este subtipo, ya que habían estado expuestas a una cepa anterior y más suave de dicho subtipo antes de la década de 1890.
Si analizamos un poco más la gripe española, que lleva ese nombre por uno de los lugares donde se produjeron los primeros brotes, podremos ver cuán devastadora puede ser una pandemia.

Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalPandemia de gripe española de 1918


En febrero de 1918, último año de la Primera Guerra Mundial, una terrible gripe de rápida propagación comenzó a afectar a la gente en la ciudad turística de San Sebastián, España. Hubo otros brotes en la misma época, quizás anteriores, pero el nombre "gripe española" se hizo popular. La enfermedad se extendió velozmente en toda Europa durante abril y mayo e infectó a muchos soldados jóvenes y sanos en los campos de batalla, en los campamentos y a miembros de las familias devastadas por la guerra. La mayoría de las personas se enfermaban durante una semana y luego se recuperaban.

The Spanish flu spread worldwide
Fotografía cortesía de la Biblioteca Nacional de Medicina
Durante el último año de la Primera Guerra Mundial, la gripe española se propagó por todo el mundo. El hospital de campaña n.º 45 del Ejército de los Estados Unidos, ubicado en Aix-les-Bains, Francia, tuvo llenas las salas con enfermos de influenza durante esa época. Los trabajadores sanitarios contaban con pocas armas para combatir la gripe española de 1918. Para tratar de limitar la propagación de la mucosidad infectada, usaban mascarillas quirúrgicas y colgaban sábanas entre las camas de los pacientes en las salas abiertas.

La epidemia desapareció gradualmente durante junio, julio y agosto. Pero en septiembre, el virus regresó en una forma mutada mucho más mortal. Se desencadenó una pandemia que mató a más personas y con más rapidez que cualquier otra enfermedad en la historia registrada, incluida la epidemia de peste negra de la Edad Media. La pandemia se extendió por Europa, India, Asia, América e incluso la región ártica, donde poblaciones remotas de inuits fueron totalmente aniquiladas.
En poco más de un año, aproximadamente 500 millones de personas (¡quizás entre un cuarto y un quinto de la población mundial!) se enfermaron, y casi todos estuvieron expuestos al virus. Los médicos no podían realizar pruebas directas para detectar el virus, y hubo demasiadas muertes en un plazo demasiado corto, lo que impidió llevar un recuento preciso. Sin embargo, las estimaciones de la cantidad de muertos oscilan entre 20 y 100 millones de personas, aunque más probablemente fueran entre 40 y 50 millones. Si bien la gripe en sí mató a algunas víctimas, la mayoría murió a causa de una grave pulmonía que seguía rápidamente a la aparición de la gripe.

Red Cross held demonstrations
Fotografía cortesía de la Biblioteca del Congreso.
Durante el brote de gripe española de 1918, los grupos de salud pública, como la Cruz Roja, realizaron demostraciones para enseñar a la gente cómo tratar a los pacientes con gripe y cómo protegerse de esta enfermedad contagiosa.

Para considerar la cantidad de muertes desde una perspectiva contemporánea, podemos mencionar que 15 millones de personas, soldados y civiles, murieron durante los cuatro sangrientos años de la Primera Guerra Mundial.

Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalMisterios sin resolver

¿Qué desencadenó esta pandemia? ¿Por qué fue tan letal? ¿Puede volver a suceder? Los científicos todavía intentan responder a estos interrogantes, pero los recientes avances en el campo de la genética y la virología han revelado algunos datos interesantes.
En la época del brote, los investigadores conocían la existencia de los virus pero nunca habían visto uno. Aprovecharon el tamaño sumamente diminuto del germen para aislarlo. Filtraron todas las células más grandes y más pesadas de una muestra hasta que solamente los virus pasaban por el fino tamiz. Luego, probaron formas de transmitir el líquido infectado a hurones y cerdos sanos, e incluso a seres humanos (principalmente, militares), para ver cómo se propagaba y cómo podrían detenerlo. Los investigadores también estudiaron los anticuerpos, las defensas naturales presentes en la sangre de los sobrevivientes, y los probaron contra otras cepas de gripe para medir la resistencia. Encontraron una conexión con la gripe porcina.
Los científicos que trabajaban en la época del brote de gripe española no tenían conocimiento de las proteínas de aspecto cambiante del virus, H y N, ni de su núcleo genético. Estos avances surgieron en la década de 1940, con la invención del microscopio electrónico, y en la década de 1950, con el descubrimiento de las moléculas de ADN y ARN.
En la década de los noventa, los científicos pudieron descifrar un genoma, es decir, una secuencia de genes. ¿Pero dónde podrían encontrar un virus de 1918 para descifrar? Recordemos que estos trocitos de ARN, dentro de sus membranas de lípidos y proteínas, duran horas, quizás días, fuera de un huésped vivo, según la temperatura y la humedad.
Researchers unraveled the genome of the influenza virus from the 1918 flu pandemic
Fotografía cortesía de CDC.
En 2005, los investigadores descubrieron el genoma del virus de influenza que causó la pandemia de gripe de 1918, en la que murieron aproximadamente 50 millones de personas de todo el mundo.
 
Influenza virions
Fotografía cortesía de CDC.
Esta micrografía electrónica muestra una recreación de viriones de influenza de 1918.
En una extraordinaria pero verdadera historia policíaco-médica, los científicos encontraron y recuperaron tres muestras de virus de las víctimas de la gripe española de 1918. Una de ellas se encontró en los pulmones de una mujer inuit enterrada en una fosa común en el permafrost de Alaska. Los otros cuerpos de la fosa se habían descongelado parcialmente con el paso de las décadas, pero esta mujer había permanecido congelada, por lo que se había preservado el virus.
Las otras dos muestras habían sido recubiertas de cera y estaban archivadas entre los millones de especímenes médicos albergados en el Instituto de Anatomía Patología de las Fuerzas Armadas (AFIP por su sigla en inglés) de los Estados Unidos. Se habían tomado de dos soldados estadounidenses que murieron a causa de la gripe, cuyas muestras pulmonares se recuperaron cuando el virus aún estaba presente.
Las muestras de virus eran trocitos de ARN, no virus vivos, y hubo que reconstruirlos metódicamente. En 1998, Jeffery Taubenberger y Ann Reid del AFIP analizaron el material genético de las muestras y finalmente, en 2005, descifraron el genoma (la secuencia completa de ARN).
Ahora se sabe que el virus es una cepa del subtipo H1N1, el primer subtipo identificado en 1946. La proteína hemaglutinina coincide con los virus de mamíferos y sugiere que el virus surgió en seres humanos o cerdos y que habría estado circulando durante varios años en ambas especies antes de mutar a la forma mortal.
¿Por qué fue tan mortal? El virus desencadenó una respuesta rápida y abrumadora del sistema inmunitario. El exceso de líquido en los pulmones y la gran cantidad de glóbulos blancos hizo que los pacientes desarrollaran pulmonía y se ahogaran. Todavía se está estudiando cuál es el mecanismo que provoca dicha respuesta.
¿Puede volver a suceder? Las pandemias son cíclicas y surgen aproximadamente cada generación, pero los brotes de 1957, 1968 y2009 fueron mucho más leves. Un virus letal podría surgir, y podría propagarse muy rápidamente en esta época de veloces viajes internacionales. Sin embargo, los expertos en salud actualmente cuentan con muchas más herramientas para detener la propagación del virus y tratar la influenza.

Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalPandemia de H1N1 de 2009


En marzo de 2009, hubo un brote de gripe en México, con un gran número de casos registrados en la Ciudad de México. Los funcionarios del área de salud se preocuparon por la facilidad con que se transmitía la enfermedad y por la época del año (que no era la habitual para las infecciones de gripe en América del Norte). ¿Se repetiría lo sucedido en 1918?
Toda pandemia debe empezar en algún lugar, en algún momento. En el caso del brote de H1N1 de 2009, ese lugar probablemente fue un pequeño pueblo llamado La Gloria, ubicado a pocas horas de la Ciudad de México. El momento fue a fines de marzo o principios de abril.
Health-care professionals examined people for signs of the H1N1 flu
Fotografía cortesía de Dreamshot/Dreamstime.
Los profesionales sanitarios examinaron a muchas personas para detectar signos de la gripe H1N1 en la Ciudad de México, en pleno brote de 2009.
Actualmente, en la plaza del pueblo se erige la estatua de un niño de cuatro años llamado Edgar Hernández, el primer paciente documentado que tuvo lo que se hizo popularmente conocido como "gripe porcina". Edgar se recuperó rápidamente y las pruebas mostraron que otras personas enfermas del pueblo, incluidos algunos familiares de Edgar, no tuvieron el virus H1N1. Sin embargo, la enfermedad se extendió a la Ciudad de México y a otros lugares, y se contagiaron cientos de miles personas. La primera víctima mortal oficial, el 13 de abril, fue una mujer de Oaxaca, México.
En junio de 2009, la gripe H1N1 se extendió por todo el planeta, con casos registrados en todas partes del mundo, excepto en África Subsahariana. La rápida extensión se atribuye a la facilidad de los viajes internacionales. El 11 de junio de 2009, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el brote era una pandemia, debido a su rápida propagación a nivel mundial y a la naturaleza inusual de la cepa.
El nombre popular de la enfermedad, "gripe porcina", se debe a que los cerdos transmitieron inicialmente el virus. Se lo detectó en la saliva, las secreciones nasales y las heces de estos animales, y las personas que tuvieron contacto directo con ellos se contagiaron. La Gloria se encuentra en una importante región de cría de cerdos, rodeada de grandes operaciones comerciales, pero se desconoce el origen específico del virus mutado.
Travelers wore masks to protect themselves from the virus
Fotografía cortesía de Diego Cupolo, Wikimedia Commons.
En plena pandemia de H1N1 de 2009, los viajeros, como este hombre en Lyon, Francia, a menudo usaban mascarillas para protegerse del virus.
El virus de la pandemia de H1N1 de 2009 es una rara mezcla genética de un virus humano, dos virus porcinos y un virus aviario. Los cerdos son receptáculos habituales de este tipo de recombinación genética, pero los huéspedes naturales y originales de la influenza A son las aves silvestres, como los gansos. Las personas infectadas fuera de México no estuvieron expuestas al contacto directo con cerdos. El virus se sigue transmitiendo de persona a persona a través de las gotitas que se producen al toser o estornudar y al tocarse la cara con las manos. Por estos motivos, el nombre "gripe porcina" se ha dejado de utilizar, y se prefiere el nombre científico del virus que causa la enfermedad, A/H1N1 2009.
La tasa de mortalidad a causa de la gripe H1N1 parece ser inferior al 10%. Cuando comenzó el brote, la OMS, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y otros organismos sanitarios estaban sumamente preocupados y temían que el virus de la gripe H1N1 se propagara rápidamente. El mayor miedo era que el virus infectara a personas con poca o sin inmunidad, lo que enfermaría a cientos de millones de personas y causaría millones de muertes. Sin embargo, se ha comprobado que la enfermedad causada por el virus H1N1 es relativamente suave para la mayor parte de las personas. En agosto de 2010, la OMS declaró oficialmente el fin de la pandemia de gripe H1N1.
Mucho más letal, con una tasa de mortalidad del 60%, es la cepa de transmisión directa de aves a personas, H5N1, también conocida como gripe aviaria.

Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalLa gripe aviaria


Colorized electon micrograph shows avian flu
Esta micrografía electrónica a color muestra virus de gripe aviaria (en dorado) que crecieron dentro de otras células (en verde).
La gripe aviaria apareció en mayo de 1997, en Hong Kong. Dieciocho personas contrajeron el virus, y un niño de tres años fue la primera víctima mortal. Esta gripe no fue, ni es, una pandemia porque la enfermedad se propaga de aves a humanos directamente, no de persona a persona. Además, a lo largo de tres días, se sacrificaron todas las aves de corral de Hong Kong, alrededor de 1,5 millones de aves, a fin de retrasar la propagación de la enfermedad.
El subtipo del virus de 1997 es H5N1, un virus aviario puro cuyas cepas todavía siguen infectando a personas en muchos países de Asia y en áreas aisladas de África y Europa. En 2003, un nuevo brote de gripe aviaria se originó en Vietnam y se propagó a los países vecinos de Asia Sudoriental y a China. En 2006, llegó hasta Turquía, Iraq y Egipto.
Casi todos los casos de gripe aviaria informados a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ascendían a cientos en noviembre de 2009, corresponden a personas menores de 40 años que tienen contacto directo o indirecto con aves de corral vivas. La exposición indirecta se refiere al contacto con los fluidos de aves infectadas en superficies, como jaulas, encimeras, calzados y prendas de vestir, o en el agua donde se desechan los excrementos de las aves, por ejemplo. Las pequeñas granjas avícolas familiares, no los grandes establecimientos comerciales, son las principales fuentes de infección.
¿Qué sucedería si la gripe aviaria, mucho más letal que el virus H1N1, se propagara con más facilidad?
Areas affected by the spread of the H5N1

Fotografía cortesía de Wikimedia Commons.

En este mapa, se muestran las áreas afectadas por la propagación del virus H5N1 o gripe aviaria. Las áreas rojas indican países con aves de corral o aves silvestres que están infectadas o que murieron debido al virus H5N1. El color rojo oscuro indica países donde hubo personas, aves de corral y aves silvestres que murieron a causa del virus H5N1.


Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalLa amenaza de pandemia



Newspaper headlines
Fotografía cortesía de Dreamshot, Dreamstime.com.
En 2009, los titulares de periódicos de todo el mundo informaron sobre la creciente pandemia de influenza H1N1.
Si bien la gripe aviaria es limitada en cuanto a la cantidad de casos y la extensión geográfica, la cepa H5N1 es muy letal. La tasa de mortalidad actual es de alrededor del 60%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mutación entre especies es un cambio antigénico, lo cual significa que nadie tenía inmunidad natural contra esta cepa cuando dio el gran salto de las aves a los seres humanos.
Los virus de la gripe humana atacan las células del pulmón, pero los virus de la gripe aviaria pueden infectar las células del intestino. Un virus aviario que infecta directamente a los seres humanos, como lo hace el H5N1, es muy poco frecuente por ese motivo. Es un salto biológico enorme.
El gran temor de los funcionarios del área de salud es que este virus sumamente mortal pueda mutar nuevamente y causar una pandemia. El ingrediente que falta es la capacidad de propagarse fácilmente de persona a persona. En 2006, la OMS informó sobre el primer caso de una transmisión de persona a persona en Indonesia, de un niño a su padre.
El H5N1 podría propagarse más fácilmente si sufre una recombinación genética y mezcla su ARN con otro virus de un cerdo o una persona, como ocurrió con el virus de la pandemia de H1N1 de 2009. También podría adoptar gradualmente la capacidad de unirse con facilidad a las células de los pulmones humanos, como el virus de la pandemia de H1N1 de 1918.
Hasta que se produzca alguna de estas mutaciones, las personas pueden evitar la infección al mantenerse alejadas de las aves de corral y las aves silvestres vivas (especialmente las aves acuáticas) en las áreas donde el virus de la gripe aviaria esté activo. Es importante destacar que no se corre riesgo de contraer la enfermedad por comer pollo o huevos cocidos. Para protegerse, las personas que trabajan con aves de corral pueden observar detenidamente las aves a fin de detectar signos de enfermedad, usar mascarillas protectoras, y lavar y desinfectar con frecuencia las manos y superficies.
De las cepas de gripe más infecciosas, no es tan fácil escaparse.


Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalCómo evitar, prevenir y tratar la gripe

Kids coughing
Fotografía cortesía de Christian Harberts, Dreamstime.com.
Para prevenir la propagación de la gripe, cúbrete la boca con la parte interior del codo cuando toses o estornudas, lávate las manos con frecuencia y usa un gel antiséptico para manos a fin de eliminar los gérmenes que pudieras tener.
El virus de la gripe debe superar tres obstáculos para lograr que te enfermes: debe ingresar en tu cuerpo, invadir las células de los pulmones y, luego, secuestrar la maquinaria de las células para replicarse. Cada uno de esos tres pasos le brinda al cuerpo una línea de defensa contra la enfermedad.
El primer objetivo es evitar directamente contraer el virus. El virus vive en la mucosa de la persona infectada durante las primeras etapas de la enfermedad. Se transmite cuando la persona infectada tose o estornuda y luego toca superficies, como las manijas de las puertas. Dado que durante el primer día o los primeros dos días de la infección, es posible que no haya síntomas o que estos sean leves, una persona puede portar el virus y no saberlo.
Por esos motivos, los expertos en salud recomiendan una práctica de prevención más general, denominada distanciamiento social, que comprende las siguientes medidas:
  • Evita los lugares públicos, especialmente los hospitales, si es posible. Las escuelas, las residencias universitarias, las estaciones y los vehículos del transporte público, las áreas comerciales o los lugares para comer muy concurridos, y otros sitios similares son más favorables para la propagación del virus.
  • Lávate bien las manos con frecuencia. Frótate las manos con agua y jabón durante 20 segundos, como mínimo. Las toallitas con alcohol o el alcohol en gel matan el virus. Recuerda que los jabones antibacteriales destruyen las bacterias, no los virus.
  • No te toques la cara. Mantén las manos alejadas de los ojos, la nariz y la boca.
  • No toques directamente picaportes, manijas, grifos, carritos de compra, etc. Por ejemplo, usa un pañuelo o una toallita de papel para tocarlos y luego tira el papel. El uso de guantes no te protegerá porque, al igual que las manos, los guantes portan y transmiten el virus.
  • Aléjate de las personas que tosan o estornuden. Las partículas aéreas son la forma más rápida y fácil de ingerir el virus, pero esas partículas caen al suelo antes de viajar más de un metro o algunos pies.
Existen algunas precauciones adicionales que se pueden tomar para prevenir la enfermedad.
  • Vacúnate. Una vacuna contra la gripe no confiere una protección total, pero ayuda. Además, cuantas menos personas se enfermen, menos personas se infectarán.
  • Cúbrete la boca con la parte interior del codo cuando estornudes. Todos los virus que tengas quedarán en el codo, y no en las manos, desde donde pueden propagarse a todo lo que toques. Si estornudas y te cubres la boca con la mano, lávatela inmediatamente para eliminar las partículas del virus.
  • Si estás enfermo, quédate en tu casa. Las enfermedades se transmiten en las escuelas y los lugares de trabajo porque las personas asisten cuando están enfermas. Quédate en tu casa, mejórate y luego vuelve a la escuela o al trabajo.
Una vez que el virus ingresa en tu cuerpo, tienes dos defensas: el sistema inmunitario natural y una vacuna para potenciar dicho sistema.

Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalLas defensas del cuerpo


Antibodies attack the influenza viruses.
Fotografía cortesía de Sebastian Kaulitzki, Dreamstime.com.
El cuerpo produce anticuerpos (en amarillo y verde) para atacar los virus de la influenza.
Combatir un ataque viral es una guerra biológica de golpes y contragolpes. Un virus ingresa en el cuerpo y ataca las células; el sistema inmunitario fabrica proteínas específicas, denominadas anticuerpos, para combatir el virus. El virus muta su forma para vencer a los anticuerpos; el cuerpo produce nuevos anticuerpos.
Generalmente, en el caso del virus de la gripe, el cuerpo gana la batalla. El sistema inmunitario destruye el virus a los pocos días de la infección, a menos que esté demasiado débil para continuar la batalla, o que el virus tenga una mutación que lo haga particularmente letal.
De hecho, el cuerpo aniquilará a los invasores virales tan rápida y completamente como pueda. Los virus, en cambio, sobreviven y se desarrollan mejor si sus huéspedes siguen vivos y lo suficientemente sanos como para propagar su cría a otros huéspedes.
Incluso el ataque de gripe más letal de la historia registrada, la pandemia de 1918, mató solamente entre el 2% y el 5% de sus víctimas. En la década siguiente a la pandemia, la mortal cepa mutó a formas más suaves que infectaron a seres humanos y cerdos.

¿Cómo ataca el sistema inmunitario a los virus?

El sistema inmunitario tiene dos estrategias de defensa: evita que el virus de influenza se adhiera a las células y luego, si eso falla, impide que el virus secuestre la célula y se replique para formar miles de virus nuevos.
Cuando un virus de influenza ingresa en el cuerpo, los glóbulos blancos fabrican anticuerpos que están diseñados específicamente para adherirse a las proteínas hemaglutinina (H) y neuraminidasa (N) que se proyectan desde el virus. Recuerda que las proyecciones de hemaglutinina son "abrazaderas de acoplamiento" que permiten que el virus se adhiera a una célula. Cuando estas abrazaderas están bloqueadas, el virus no puede replicarse y circula sin causar daño. Otro tipo de glóbulo blanco, denominado macrófago, eventualmente se lo traga.
Después de una infección de gripe, el sistema inmunitario "recuerda" cómo fabricar esos anticuerpos en particular. Puede producirlos rápidamente, por lo que generalmente evita que se produzca una infección de la misma cepa.
Una deriva antigénica de las proteínas del virus, del tipo que origina las nuevas cepas estacionales, crea una pequeña curva de aprendizaje. Los glóbulos blancos tienen que reconocer la nueva forma y luego ajustarse a ella, lo que generalmente se traduce en una afección leve antes de la recuperación.
Un cambio antigénico, del tipo que puede desencadenar una pandemia, hace que los glóbulos blancos tengan que empezar de cero. El cuerpo puede tardar días en reunir las defensas suficientes para combatir la enfermedad.
Además de los anticuerpos, los glóbulos blancos tienen otra arma de proteínas en su arsenal que se denomina interferón, descubierta en 1957. En lugar de bloquear las proyecciones de proteínas del virus de la gripe, el interferón actúa dentro de la célula infectada del pulmón. Obliga a la célula a producir proteínas para combatir el virus, como la PKR (fosfoquinasa ARN), que impide que se repliquen los genes de ARN del virus de la gripe.
El sistema inmunitario trabaja automática y continuamente, aunque la persona esté sana o enferma. Se lo puede reforzar naturalmente a través de una buena alimentación, el control del estrés y el buen dormir. También se lo puede impulsar a fabricar anticuerpos específicos mediante una vacuna contra la gripe.

Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalVacunas contra la gripe



Las vacunas hacen que el sistema inmunitario del cuerpo produzca anticuerpos contra virus específicos. No impiden que los virus ingresen en el cuerpo, pero le brindan al sistema inmunitario una forma rápida para eliminarlos, a fin de que la persona no se enferme y los virus no se propaguen.
Yearly vaccination has long been an important part of preventing the spread of the flu
Fotografía cortesía de la OMS/Tibor Farkas.
La vacunación anual, como se ve en esta fotografía de principios de la década de 1970, ha sido una parte importante de la prevención de la propagación de la gripe. La vacuna anual se elabora para combatir las cepas que los investigadores consideran que circularán ese año.
Algunas vacunas protegen a las personas contra enfermedades virales durante años, e incluso durante toda la vida. Una vacuna contra la gripe estacional dura solamente cuatro o cinco meses (el período de la estación de gripe), y por lo general ataca únicamente a tres de las diversas cepas circulantes (para la cepa de la pandemia de H1N1 de 2009, se elaboró una vacuna especial).
¿Cómo se eligen las tres cepas estacionales? Cada año, las organizaciones de salud, lideradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), realizan una elección basada en los miles de muestras de virus de gripe que se toman y se someten a pruebas continuamente en todo el mundo. En febrero (para el hemisferio norte) y nuevamente en septiembre (para el hemisferio sur), eligen dos cepas de influenza A y una cepa de influenza B para atacar en una sola vacuna para la próxima estación de gripe. Se espera que estas cepas dominen a las demás.
A veces eligen bien, otras veces no. No existe una forma segura de predecir cuáles virus de influenza estacional afectarán a la población humana.

Tipos de vacunas

¿Por qué hay tanto tiempo de espera? Para fabricar y distribuir una vacuna, se necesitan seis meses, como mínimo. Desde la década de 1930, las empresas han fabricado las vacunas mediante la inyección de virus vivos en huevos de gallina purificados y fertilizados. Como cada año se necesitan decenas de millones de dosis de vacunas contra la gripe, disponer de la cantidad suficiente de estos huevos especialmente preparados es un desafío. Generalmente se piden con un año de anticipación, y su ubicación se mantiene en secreto por razones de seguridad.
Una vez que se lo inyecta en un huevo, el virus se replica rápidamente. Los virus se cosechan, se procesan para inactivarlos o hacerlos inofensivos, y se los mezcla en un cóctel de tres cepas que generalmente está disponible en dos formas:
  • Una inyección de tres cepas inactivadas, denominada vacuna trivalente contra la influenza (TIV por su sigla en inglés); los trocitos de virus contienen solamente las partes necesarias para provocar la respuesta inmunitaria.
  • Un aerosol nasal de vacuna viva atenuada contra la influenza (LAIV por su sigla en inglés), o tres cepas de virus completos que se han debilitado para que no puedan causar enfermedad.
Una vacuna estacional dura cuatro o cinco meses y pierde el efecto gradualmente. Si bien la mayoría de las vacunas se aplican en otoño en las zonas de clima templado, la aplicación de una vacuna contra la gripe a mediados o a fines de la estación también puede protegerte e impedir que te enfermes.

¿Debes vacunarte?

La OMS recomienda la aplicación de vacunas, mediante inyecciones o aerosoles nasales, para los siguientes grupos vulnerables o de alto riesgo:
  • Adultos y niños con enfermedades crónicas, como trastornos cardíacos o pulmonares, asma o cáncer, o con el sistema inmunitario debilitado o suprimido
  • Residentes de centros para personas mayores y otros establecimientos de atención de enfermos crónicos
  • Personas mayores de 65 años
  • Niños sanos de 6 a 23 meses
  • Mujeres embarazadas
Los trabajadores sanitarios y quienes tengan contacto cercano con las personas de estos grupos también deben vacunarse.
La mayoría de las vacunas no pueden brindar una protección total contra las enfermedades, y la posibilidad de contraer gripe sigue existiendo, estés vacunado o no. ¿Qué debes hacer si contraes gripe?


Influenza: El Virus Común que Puede Ser MortalLo que debes hacer si contraes gripe


Con un análisis de laboratorio, se puede determinar si una persona tiene gripe y, si es así, de qué cepa se trata. Sin embargo, estos análisis no son necesarios a menos que el paciente esté muy enfermo, pertenezca a un grupo de alto riesgo o tenga otras circunstancias inusuales. Ni siquiera en la pandemia de gripe de 2009 los médicos realizaron análisis habitualmente a los pacientes. Para más del 99% de las personas expuestas, la gripe no es mortal ni peligrosa. Se trata generalmente de una enfermedad temporal, que dura una o dos semanas, hasta que el paciente se recupera por completo.
No obstante, si te enfermas, ¡agárrate! A diferencia del resfrío, que se presenta gradualmente, la gripe puede derribarte como un camión a toda velocidad. Los síntomas aparecen uno o dos días después de la infección. Como primera medida, debes quedarte en tu casa apenas te sientas enfermo, que es cuando puedes propagar fácilmente los gérmenes. Si es posible, no vuelvas a salir hasta 24 horas después de que te baje la fiebre.
Sick man.
Fotografía cortesía de Susanne Güttler, Dreamstime.com.
El tratamiento más común para la gripe consiste en tratar los síntomas. Bebe mucho líquido, toma medicamentos para bajar la fiebre y descansa. Además, quédate en tu casa para no propagar los gérmenes.
Estés donde estés, siempre cúbrete la boca con un pañuelo de papel cuando tosas o estornudes y luego tira el pañuelo; además, lávate las manos con agua y jabón frecuentemente.
El acetaminofeno puede bajar la fiebre, la ingesta de mucho líquido permite reemplazar los fluidos perdidos a causa del sudor y la fiebre, y el descanso y el control del estrés ayudan a mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario. Los medicamentos antivirales no previenen la enfermedad, pero pueden acortar su duración y aliviar sus síntomas si se toman dentro de las 48 horas de la primera aparición de los síntomas. Por ejemplo, recientemente se utilizaron Tamiflu® y Relenza® para tratar a las personas que estuvieron gravemente enfermas con la gripe pandémica H1N1 de 2009.
Los medicamentos antivirales deben ser recetados por un médico, puesto que tienen algunos efectos secundarios que superan sus beneficios en el caso de pacientes con síntomas leves. Generalmente se recetan para personas que tienen síntomas graves o se encuentran en situaciones médicas de emergencia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda estos medicamentos para las personas de los mismos grupos de riesgo incluidos en la lista de las vacunas estacionales. Otro motivo por el cual no se recetan a todo el mundo es que el uso excesivo de estos medicamentos puede producir cepas virales que sean resistentes a ellos.
Si los síntomas persisten o empeoran después de tres a cinco días, especialmente la dificultad para respirar, es posible que tengas una enfermedad secundaria, como pulmonía, bronquitis o sinusitis, por lo que deberás consultar al médico.

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