¿Qué es el ruido?
Se suele llamar ruido a todo sonido desagradable o no deseado para quien lo escucha, aunque esto siempre dependerá de la sensibilidad de cada persona. Sin embargo a partir de un cierto volumen todas las personas se sienten moletas.
La contaminación acústica presenta unas características concretas que lo diferencian de otros contaminantes:
- Es el contaminante más barato de producir y necesita muy poca energía para ser emitido.
- Es complejo de medir y cuantificar.
- No deja residuos, no tiene un efecto acumulativo en el medio, pero si puede tener un efecto acumulativo en sus efectos en el hombre.
- Tiene un radio de acción mucho menor que otros contaminantes, es decir, se localiza en espacios muy concretos.
- No se traslada a través de los sistemas naturales, como el aire contaminado movido por el viento, por ejemplo.
- Se percibe sólo por un sentido: el oído, lo cual hace subestimar su efecto. Esto no sucede con el agua, por ejemplo, donde la contaminación se puede percibir por su aspecto, olor y sabor.
Actualmente la contaminación acústica es una de las mayores procupaciones en las áreas urbanas. De hecho, ha crecido desproporcionadamente en las últimas décadas y sólo en España se calcula que al menos 9 millones de personas soportan niveles medios de 65 decibelios, el límite aceptado por la OMS.
En el caso de Canarias, podemos afirmar que es junto con Andalucía, la Comunidad Valenciana y Baleares, una de las comunidades más ruidosas de España.
Consecuencias
Algunas reacciones fisiológicas y psicológicas que surgen como consecuencia de sonidos excesivamente altos tienen su origen en el deseo natural de autoprotección. Los animales silvestres reaccionan a sonidos con un estado de alarma, por lo que están más atentos a posibles riesgos. Se despiertan, se esconden o se enfrentan a la causa del ruido y el cuerpo reacciona inmediatamente con la secreción de adrenalina.
El hombre no es una excepción, por tanto el ruido provoca en él de forma instintiva las mismas reacciones aunque con frecuencias moduladas o inhibidas por la voluntad, lo que incrementa el nivel de estrés.
Así podemos observar consecuencias psicológicas, físicas, sociales y económicas:
Malestar y estrés
Trastornos del sueño
Pérdida de atención
Dificultad de comunicación
Pérdida de oído
Afecciones cardiovasculares
Retraso escolar
Conductas agresivas
Dificultad de convivencia
Costes sanitarios
Baja productividad
Accidentes laborales
Pérdida de valor de los inmuebles
Ciudades inhóspitas
Retraso económico y social
A continuación se enumeran diferentes estudios sobre las consecuencias del ruido en las personas:
- La población expuesta a un nivel de ruido por encima de los 65 decibelios desarrolla a corto plazo un índice superior en un 20% de ataques cardíacos. (Estudio Cohort, presentación en Barcelona a cargo de Dieter Gottlob, de la Agencia Federal Alemana de Medio Ambiente Alemana).
- Los niños y los ancianos son más sensibles a los ruidos que perturban su sueño, aunque su reacción no es la misma: mientras los ancianos son más propensos a despertarse debido a la ligereza de su sueño, ambos grupos mostraron alteraciones vitales debido al ruido, aún durmiendo a pierna suelta: alteraciones del pulso, vasoconstricción, modificaciones en el electromiógrafo y en el encefalograma. (Experimento realizado por el Doctor Alain Muzet, del Centro de Estudios Bioclimáticos del CNRS, en Francia).
- Con niveles de ruido altos, la tendencia natural de la gente hacia la ayuda mutua disminuye o desaparece, reapareciendo en el momento en que se suprime la presión sonora.
- En experimentos de laboratorio con animales se demostró que en un ambiente con ruido superior a 110 decibelios (claxon de automóvil a un metro, sirena de ambulancia a la misma distancia, discoteca, concierto de rock, moto a escape libre, trueno...), los procesos cancerosos aparecen y se desarrollan con mayor rapidez.
- Los niños cuyos colegios lindan con zonas ruidosas (industrias, aeropuertos, carreteras con mucho tráfico...), aprenden a leer más tarde, presentan mayor agresividad, fatiga, agitación, peleas y riñas frecuentes, mayor tendencia al aislamiento, y cierta dificultad de relación con los demás. El CSIC afirma a este respecto que la contaminación acústica conlleva efectos negativos en las generaciones futuras, como deterioro del aprendizaje y del desarrollo humano.
- Niveles recomendados por la OMSLa Organización Mundial de la Salud ha investigado las consecuencias de la intensidad y duración del sonido sobre el cuerpo humano y sobre el plano psicológico. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó –en 1999- las Guías para el Ruido Urbano (Guidelines for Community Noise[1]), en las que se describen detalladamente las consecuencias de la contaminación acústica para la salud humana. Entre los impactos fisiológicos, la exposición a niveles altos de ruido puede producir desde cardiopatía isquémica permanente, hasta cambios en la presión arterial, arritmia cardiaca, vasoconstricción, variación en el ritmo respiratorio y sobresaltos corporales. No menos importantes son los impactos psicológicos y sociales de la contaminación auditiva, sobre todo cuando ésta se presenta en las horas de descanso del individuo. En personas altamente sensibles al ruido y que experimentan alteración del sueño, hay consecuencias de fatiga, depresión, cambios de humor y reducción del rendimiento. La OMS indica que para tener un descanso apropiado, el nivel de sonido equivalente no debe exceder los 30 dB para el ruido continuo de fondo ni los 45 dB para el caso de ruido producido por fuentes fijas individuales. Es decir, hablamos del nivel sonoro de una biblioteca como máximo.
Existen estudios que demuestran que los bajos niveles de rendimiento escolar de muchos niños y jóvenes, están relacionados directamente con la presencia de ruido que distrae su atención durante los períodos de estudio. De igual manera, es un hecho que la comunicación interpersonal se deteriora y distorsiona una vez que se rebasan los 50 dB, siendo especialmente vulnerables a las interferencias auditivas personas de la tercera edad y los niños que están en el proceso de adquisición de la lengua. Desde el año de 1995, existe una Norma Oficial Mexicana que establece los límites máximos permisibles de emisión de ruido de las fuentes fijas (como lo son los establecimientos mercantiles) aplicable en todo el territorio nacional; y, desde el 2006, el Distrito Federal cuenta con su propia normatividad, que es más estricta.- NormativaEstatal:
Ley del Ruido (Ley 37/2003, de 17 de Noviembre, del ruido) B.O.E. 18/11/2003
RD 1513/2005, de 16 de diciembre, por el que se desarrolla la ley 37/2003, del Ruido, en lo referente a la evaluación y gestión del ruido ambiental.
Reglamento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas Y Peligrosas (RAMINP).aprobado por Decreto 2414/ 1961, de 30 de Noviembre.
Real Decreto 286/2006, de 10 de marzo, sobre la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición al ruido Sustituye al Real Decreto 1316/1989, de 27 de octubre, salvo para los sectores de la música y el ocio, en los que éste seguirá vigente hasta el 15 de febrero de 2008.
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